Y si bien aluden al costado más folclórico del deporte como recurso para bautizar sus discos, lo cierto es que no hacen canciones para la cancha ni son una pasión de multitudes. Muy por el contrario.
Por momentos inclasificables, fruto de la experimentación y el flirteo con géneros como el rock progresivo, el jazz fusión, la electrónica, la psicodelia e incluso la música clásica, el trío integrado por Juan Pablo Gambarini (guitarra), Federico Terranova (bajo y violín) y Santiago Douton (batería y voz) resulta una experiencia imponente para el que lo escucha por primera vez (sin dejar de mencionar los efectos que desencadenan sus presentaciones en vivo).
En "Papá se va a Japón" hay más espacio para las voces de Douto y Terranova con letras disparatadas y poco transcendentales, pero que no escatiman en esquizofrénica, desquicio e ironía –miembro permanente en Fútbol-. El disco resulta la muestra de un recorrido que los ha llevado a experimentar y pasar por atmósferas que los convierte en una alternativa atractiva dentro de una escena muchas veces monotemática y carente de riesgos.
En "Papá se va a Japón" hay más espacio para las voces de Douto y Terranova con letras disparatadas y poco transcendentales, pero que no escatiman en esquizofrénica, desquicio e ironía –miembro permanente en Fútbol-. El disco resulta la muestra de un recorrido que los ha llevado a experimentar y pasar por atmósferas que los convierte en una alternativa atractiva dentro de una escena muchas veces monotemática y carente de riesgos.
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